viernes, 23 de mayo de 2014

REAFIRMANDO IDEAS
Martes por la mañana, retornamos nuevamente a nuestro lugar de incidencia, el caserío Collique. Como siempre llegamos con el afán de conocer algo nuevo, caminábamos ya por la parte final del dren y nos encontramos con el señor Maximiliano Sandoval un anciano de 86 años, quien miraba atentamente como su hijo cortaba la leña. Al acercarnos nos saludó muy cordialmente iniciando una conversación muy amena. Este poblador nos comenta que su familiares fueron los primeros en llegar a las lomas de Collique y desde ahí es que poco a poco se fue poblando su caserío nos manifestó también; “Collique ha cambiado bastante, ahora hay agua, luz, hay más gente, lo que más bien nos preocupa es que no hay ya espacio para hacer más casas, y que le gustaría que se haga realidad el desagüe”.
Por otro lado resalta la labor de las mujeres, que también se dedican a aportar económicamente en el hogar, haciendo una comparación en tiempos pasados y lo actual.

Seguimos en nuestro recorrido y nos encontramos con Karina una niña de 12 años, que por su apariencia parecía de 10, ella dentro de su timidez nos comenta que son pocos los niños de su edad que hay en Collique, que la mayoría de alumnos son del choloque y el carrizo que son caseríos cercanos. Al realizarle otras preguntas obtenemos respuesta alguna, pareciera que la timidez o vergüenza le impide seguir hablando, quedándose callada.
Nos despedimos de Karina y nos encontramos con un grupo de pobladores que venían del jornal (trabajo de campo), los saludamos amablemente y conversamos un poco acerca de sus labores y las labores que realizan sus esposas, manifestando que ellas están desocupadas por las tardes, y resaltando siempre que en épocas de trasplantes de arroz o deshierbo ellas siempre los ayudan. Así también nos comentan que el trabajo ha bajado un poco. A la pregunta que les hicimos si les gustaría que aprendan algo nuevo sus esposas, nos responde, “sería bueno que hayan talleres para las mujeres del hogar ya que en las tardes porque en ese horario no tienen ya no hay quehaceres en el hogar, en algún tiempo vinieron a enseñarles a coser, pero después se quedaron ahí nomás.

Al escuchar esto reafirmamos la idea de trabajar con las mujeres de Collique. Ya que disponen de tiempo y sus esposos podrían apoyarlas también.


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viernes, 9 de mayo de 2014

Reporte de la basura en Collique

EL SUEÑO DE COLLIQUE


Han transcurrido algunas semanas ya, desde que llegamos por primera vez al caserío de Collique, se ha  logrado ganar la confianza de algunos pobladores,  lo cual nos permite obtener más información con respecto a los datos que nos interesa y que gustosamente nos brindan.
Las perspectivas de su parte hacia nosotros han cambiado; ahora  ya conversan sin temor ni miedo e incluso se atreven a contar sus sueños sobre el desarrollo que esperan para su pueblo. 

Como nos cuenta la señora Rosa Anastacio Damian, quien entusiasmada conversa con nosotros “imagino a mi Collique, bonito, que ha cambiado, que a nosotros nos enseñan talleres, a leer  un poco más, para poder entender las tareas de nuestros hijos y ayudarles, porque en mi caso yo sólo estudié hasta segundo grado de primaria y no entiendo cuando mis hijos me preguntan algo sobre sus tareas”

De la misma manera logramos establecer contacto con la profesora de PRONOEI, quien nos cuenta como se ha venido desempeñando en sus labores en el caserío, con la ayuda de los padres y madres de familia de sus pequeños, además de ellos nos da algunas recomendaciones sobre cómo podemos trabajar en el lugar de acuerdo a su experiencia. Motivando a desarrollar nuestras actividades en este caserío, además de brindarnos su apoyo como institución, constituyéndose como nuestro principal aliado para trabajar en el lugar.

En esta visita lo que captó más nuestra atención, fue ver a un joven tratando de pescar en el DREN, el mismo que en trabajos anteriores, lo hemos venido mencionando por considerarlo como un foco infeccioso y una amenaza para la salud, por la constante aglomeración de basura y desperdicios que la misma población arroja en el lugar.
 Al ver esta acción le preguntamos al joven si consideraba a estos peces aptos para su consumo, la respuesta obtenida fue: “son pececitos limpios, de agua dulce, y ya estamos acostumbrados, siempre pescamos, para nuestro consumos”

También nos encontramos en el camino con agricultores, quienes nos hablaron de sus actividades que realizan a diario, de la cual nos dijeron que todos los días por la mañana van a trabajar en chacras y cultivos de otros dueños. Y que a ellos les gustaría que en las tardes sus esposas realicen aluna actividad que las distraiga y que además pueda generarles algún ingreso extra.
Luego de ir por el pueblo conversando con los pobladores, nos dimos cuenta que una parte del DREN que siempre había estado en pésimas condiciones de limpieza, ahora lucía cambiado, pues al parecer un grupo de pobladores se había organizado para limpiarlo, iniciativa que nos pareció excelente y los felicitamos, ademas de alegrarnos que lo hayan hecho ellos mismos.





viernes, 2 de mayo de 2014

Alentando  Collique

A raíz de nuestras continuas visitas al caserío de Collique, podemos apreciar que aunque el lugar es el mismo, en cada visita encontramos algo nuevo y hasta  nos sentimos cada vez más cercanos a ellos e incluso se percibe ese espíritu de cooperación cuando tenemos alguna curiosidad y preguntamos a los pobladores, los cuales nos brindan respuestas con gran simpatía y sus sonrisas motivan, nos hacen sentir como parte de ellos, claro todo esto con algunas excepciones en las cuales aún nos observan con gran inquietud, los cuales se preguntarán “Que es lo que hacen esos chicos  por nuestras tierras”.

 En esta quinta visita realizada el día 1 de mayo, tuvimos la oportunidad de conversar con la señora Roxana Valdera Ayala(32), quien nos manifestó que le gustaría aprender a leer y escribir, ya  que le fue imposible asistir a la escuela porque sus padres no tenían los recursos económicos necesario, pues eran  una familia muy humilde.

 Y hoy a sus 32 años tiene dos niños, el mayor de 12  y el menor de apenas 6 años, quienes le han enseñado a escribir su nombre y número de DNI; junto con ella estaba su sobrina María Sánchez Olano(19) comprometida con José suuclupe suclupe(20) ambos tienen una formación académica que llega a los dos año de educación primaria, tanto como ellos hay otros pobladores que  tienen el deseo de aprender a leer y escribir para que nadie los pueda engañar en algún momento.

Por otro lado pudimos percibir que la población presenta dificultades en cuanto a los recibos de luz, ya que en  estos les facturan cobros excesivos por parte de la empresa, a pesar que solo cuenta con luz  eléctrica en el interior de sus viviendas, en  los recibos mensual les figura un consumo  de alumbrado público, cuando en realidad luz pública nunca han tenido. Lo más extraño de todo es que ellos  han aprendido a vivir con esta situación, ya que las veces que han realizado  reclamos no han recibido respuesta alguna, quizás sea porque los reclamos se realizaron manera  individual y no en conjunto, el  hecho es que dejaron de insistir y con ello llegaron a acostumbrase a pagar por servicios que nunca han tenido.

Luego seguimos caminando y nos encontramos con un grupo de madres de familia al cual nos acercamos un poco, ellas en un primer momento pensaban que formábamos parte de un partido político  y que veníamos a prometerles cosas u alguna ayuda, pero después de una breve presentación  les aclaramos esas dudas y entablamos una amena conversación, en el cual estaba presente la Señora Rosa Anastacio Damian (37), Paula Valeriano Muro (82), juana Baldera Sanchez (40), las cuales nos contaban que por las tardes no tienen nada que hacer y se reunían entre algunas vecinas cercanas a conversar un rato, así mismo nos manifestaron que les gustaría aprender algo productivo en sus tiempos libres, que por ahora solo lo invierten en  conversar.

A raíz de lo antes mencionado pudimos observar que  la población de Collique presenta entre ellos  una carencia en cuanto al compañerismo y hermandad, muestran una notable desunión en cuanto de reclamar sus derechos se trata.

Y con ello  “Falta de Integración de la población del caserío de Collique “

Propuesta de incidencia

Constitución de un comité vecinal, encargado de incentivar la participación activa de la población, involucrarla para trabajar en la solución de problemas que afectan a la comunidad, elaborando  proyectos viables que generen  desarrollo al caserío de Collique.

Para ello en primera instancia proponemos la creación de un encuentro deportivo de hombres y mujeres, con el cual podremos conocer algunas de las costumbres,  formas de trabajo y percibir la  participación activa  de los habitantes de Collique.


Como aliados tendremos a la Junta de usuarios, autoridades del caserío. PRONOI y  estudiantes de la UNPRG, de  distintas disciplinas sociales.









viernes, 25 de abril de 2014

 VISITA A COLLIQUE


Era martes 22 de abril por la tarde, cuando volvimos a emprender nuestro viaje hacia el caserío de Collique en el distrito de Mochumí, con la primera persona que nos entrevistamos fue con la señora Imelda, natural de Bambamarca, ama de casa quien tiene 3 hijos y vive en el lugar aproximadamente 9 años, nosotros ansiosos de conocer un poco más, le preguntamos qué cambios ha percibido desde que llego, a lo que ella respondió fue que no ha observado nada nuevo, que todo sigue igual, y que nada ha cambiado. Nos comentaba que su esposo era de Mochumí y que se dedicaba a la agricultura, se iba a las 6 de la mañana a trabajar y estaba regresando a la 1 de la tarde, asimismo ellos en una oportunidad habían sido víctimas de robo de sus animales, mientras ella conversaba con nosotros, su pequeño niño empezó a jugar y gatear  en la tierra, fue preocupante ver ese cuadro y ella al vernos sorprendidos dijo que ya estaban acostumbrados a jugar con tierra y que ya no los enfermaba,  sin embargo seguía nuestra inquietud, nuestra siguiente pregunta fue si había venido alguna campaña médica al lugar o si alguien les había brindado charlas sobre salud, ella toda sonriente nos dijo que nadie se acuerda de ellos, que sólo en el pueblo les brindan charlas,  y cuando se enferman de gravedad los llevan recién a Mochumí y de no haber médicos los llevan a Lambayeque.
Nuestra siguiente experiencia fue con la señora Trinidad de 82 años de edad quien tuvo 11 hijo de los cuales 7 están vivos, nos comentaba que en el caserío había gran desunión,  no se organizaban, cada quien velaba por su propio bienestar,  que si conocían muy bien cuáles eran sus problemas, pero sin embargo nadie hacía nada por de cambiar y mejorar su caserío. esta vez aparte del servicio de desagüe, doña Trinidad nos comentaba que ya estaba cansada de comer con tierra, que a cada momento pasaban motos y que ese polvo venía de frente hacia sus alimentos, “sería bueno que el alcalde se acuerde de nosotros y nos ponga pista” eran sus palabras. Otro tema importante que pudimos conocer gracias a la misma señora fue que en la actualidad no cuentan con título de propiedad, pero si con certificado de posesión y que en una ocasión las mujeres habían trabajado limpiando su propio dren a cambio de víveres que les brindaba la municipalidad, este hecho nos mostrado que la población trabaja en favor de su propio bien pero a cambio de incentivos, no porque querían ver limpio su caserío, sino porque querían recibir sus víveres.

Proseguimos con nuestra caminata y nos encontramos con una pareja de ancianos, Manuela Valdera, quien estaba dando de comer a sus aves y Francisco Seclén Damián, quien estaba sentado cerca de ella pues había perdido la vista, nos decía que él siempre escucha su radio y estaba informado de las noticias y que en la radio siempre escuchaba progreso y desarrollo en otros caseríos, pero que en Collique no se hacía nada, que nunca había ido una autoridad para que observe la realidad, para que ponga aunque sea piedras en el camino para ya no vivir con todo el polvo, hasta el estado no llega por acá. Doña Manuela nos comentaba que además del desagüe consideraba necesarios la construcción de un puente que permita unir frontera con frontera, ya que tienen que dar una larga vuelta para llegar al otro lado.

Continuamos y nos encontramos con don José Siesquén Acosta de 70 años de edad, yo antes trabajaba en los jornales,  con ello sostenía a mi familia, ya son 40 años que vivo acá y hasta la fecha no nos ponen el desagüe, tuve seis hijos, pero sólo estudiaron su primaria, ahora ellos repiten mi historia, sólo que mis nietos ya se van hasta al pueblo para terminar de estudiar.  
Mientras caminamos observando cuidadosamente, cada espacio del lugar como queriendo fotografiar en la mente cada milímetro de él.  Estábamos buscando más circunstancia que llamaran nuestra atención, de pronto aparecieron unos jóvenes vestidos para jugar al futbol, nos acercamos para conversar con ellos, muy amables ellos entablaron una conversación muy amena, nos indicaron donde estaba el lugar donde jugaban y luego muy tristes nos dijeron que estaban aprovechando sus últimos días en el campo, porque el alcalde había decidido quitárselos para venderlo, a unas personas que construirán ahí. Nos contaron también la historia de ese campo de futbol, como lo han mantenido hasta hoy, nos hablaron algo del señor, dueño de las tierras que les dono el espacio y como trabajaron durante mucho tiempo para dejarlo listo para jugar. Esta información nos la brindaron el joven: Hugo y Francisco.
Regresamos con nuevas miradas, con nuevas perspectivas y sobretodo con ganas de ser puente para ese gran cambio que la gran mayoría de población lo pide a gritos, sólo nos queda aplicar la mejor estrategia con cautela y esperar a que nuestros resultados se desarrollen de la mejor manera. 

viernes, 11 de abril de 2014

Tercera visita al CASERIO COLLIQUE - MOCHUMI

El día lunes 07 de abril fuimos por tercera vez al caserío de Collique y observamos que muchas de los pobladores, tanto hombres como mujeres  estaban trabajando en sus chacras, nos acercamos a una de las chacras y conversamos con una de las agricultoras, la misma que se encontraba deshierbando su arroz, quien nos comentaba que sale muy temprano a trabajar y que a al mediodía regresaba a casa para que haga el almuerzo y los quehaceres de hogar. Proseguimos con nuestro recorrido y observamos a otros agricultores que estaban curando su vegetación, ya que en estos tiempos las plagas atacan al arroz.



Conociendo un poco más el lugar, fuimos hasta el tanque elevado del caserío, el cual abastece con agua al mismo, y algo que nos alarmo fue el desfogue que tenía  estaba desaseado, notándose claramente un color verduzco alrededor del mismo.

Por ser inicio de semana, la gran mayoría de pobladores no se encontraba en sus hogares, pues se van a trabajar y los que estabas era porque tenían que cocinar o haciendo otras labores del hogar. Nos acercamos también a una de las tiendas que existe en el caserío, y la señora nos contaba que antes las casas eras tan sólo módulos y que con pasar del tiempo las familias ya habías construido sus viviendas de adobe, es por ello que a esa sección los denominaban “los módulos”.

Una de las costumbres de las que pudimos ser testigos fue que en el caserío de Collique celebran sus fiestas hasta tres días, es por ello que por ser día lunes (tercer día de fiesta) en una de las casas estaban celebrando un bautizo.

Propuesta de incidencia en el caserío de Collique

Problema: Falta un puesto de salud, nos comentaba la teniente Gobernador Yaneth Paique que existe un lugar para que se exista este puesto de salud, pero por estar cerca al pueblo esto no procede, así que la personas del caserío de Collique tienen que ir hasta Mochumí para poderse atender ante cualquier dolencia .

Propuesta Incidental: Proponemos la creación de un preventorio de salud en donde se pueda brindar acciones de salud preventiva y primeros auxilios, a su vez orientar a la población sobre las enfermedades a las que pueden estar propensas debido a la  contaminación que existe en el lugar, así también en la orientación para la población en general. Es un servicio médico donde busca mejorar los mecanismos de control en la salud del caserío.





Esta propuesta va ser llevada por etapas en un primer momento pensamos involucrar a las personas con un megáfono en donde los mismos pobladores inviten a sus vecinos de lo que va a pasar en su caserío.

Las charlas y la atención podrían estar encargadas por especialistas en temas de salud.

Estudiantes: De Medicina Humana de la UNPRG
Estudiantes: De enfermería de la UNPRG
Auxiliar o técnico en enfermería
Personas que quieran contribuir en la salud de su caserío





viernes, 4 de abril de 2014

CASERIO COLLIQUE- DISTRITO MOCHUMÍ

El caserío Collique que pertenece a la jurisdicción del distrito de Mochumí se ubica a diez minutos de la ciudad caminando y cinco minutos en moto.

Su ubicación es entre sembríos de arroz y al lado del dren, donde se puede visualizar plantares de inía así como montículos de basura.

Según pobladores de la zona nos comentaban que llegaron  el año 1983 a raíz que ellos tuvieron que evacuar a zonas altas o lomas ya que a causa del fenómeno del niño su lugar de origen se inundó. Y tuvieron que alejarse de la cuidad fue ahí donde encontraron este lugar que fue una invasión y con el tiempo solo han logrado obtener un certificado de posición que les brindo el municipio de Mochumi.

A certeza no se sabe cuántas viviendas existen, ya que estas se ubican de manera cómo sus dueños las quisieron construir  a excepción las viviendas que están en todo un camino y que siguen una sola dirección.

En conversaciones con nuestro primer contacto el señor Segundo Sánchez, poblador de la zona, nos manifiesta que el caserío no cuenta con fecha de creación, y se queja de las necesidades de su caserío así como de su autoridad quien fuera la     Teniente Gobernador.

Fuimos en busca de la autoridad la señorita Yaneth Paique, esta nos manifiesta: “llevo dos años en el cargo, el caserío cuenta con luz eléctrica, agua potable todo el día, un PRONOEI, rondas campesinas mixtas, no hay un puesto de salud, pero si hay un terreno que es para construir, me fui varias veces a la municipalidad pero la respuesta de la autoridad es que el caserío está muy cerca de la ciudad del distrito”.

 Le manifestamos la inquietud de algunos pobladores en que cual eran sus gestiones que estaba realizando, tuvimos como respuesta de que ella lamentaba todo eso, pues si algo se quería hacer por el desarrollo de la comunidad de los pobladores no se preocupaban en ser partícipes de las reuniones convocadas.

Manifestó también que ya estaba cansada de que en cada convocatoria asistieran dos o cuatro pobladores y cansada de todo eso, necesitaba que pase el tiempo para así poder entregar el cargo.

Al poder saber nosotros que la teniente era una mujer pudimos concluir que en ese caserío sobresale la mujer. Esta misma nos dijo; “acá las mujeres sobresalimos, nosotras trabajamos también para ayudar en los gastos del hogar”.

Seguimos en busca de más información, caminamos entre las acequias de regadíos de arroz y a unos 100 metros llegamos a casa del señor Albero Valedera (83), poblador fundador de la zona, este muy amablemente nos recibe y habla con nosotros de las actividades realiza: Nos cuenta que es un jornalero y que por día gana la suma de 25 soles diarios.  El señor Alberto tiene 8 hijos de los cuales ninguno estudia, algunos se dedican a la chacra y otros salieron a lima a buscar un mejor futuro. Nos comenta también que ellos solo cuentan con certificado de posesión por parte de la municipalidad, más no tienen título de propiedad. Este también tiene quejas por las necesidades de su caserío, que le falta el desagüe, hay bastante basura. Le hicimos la pregunta ¿Por qué cree que no haya desarrollo en su caserío? Teniendo como respuesta que la gente no se une para reclamar, y que él no iba a la reunión porque no tenía tiempo.

No conforme con esto seguimos en busca de conocer más  a nuestro caserío visitando más viviendas y conversando con más pobladores, otra de ellas fue la casa de la señora Martha Valiente Siesquén (64). Nos comenta que en su casa vive con sus hijos que ya tienen su familia, dos de ellos viven con sus esposas e hijos en su casa. Concluyendo que tres familias viven es esa vivienda.

Ella tiene seis hijos y ninguno estudió una carrera profesional, solo terminaron la secundaria y se dedican a la chacra y otros se fueron a lima.

Nos manifiesta que no hay rondas campesinas y se quejó de un robo de sus animales, dice que la población no es unida que no van a reuniones, pero esto es porque no tienen tiempo ya que las mujeres salen temprano a trabajar en el deshierbo de arroz y otros actividades de la chacra.

Asimismo después de visitar a algunas familias más, se puede sentir que los pobladores quieren ver a su caserío desarrollado, pero como que se sienten bien como están, porque “nadie tiene tiempo para hacer reclamos”, pues casi en su mayoría trabajan.
No asisten a sus reuniones, si lo hacer es cuando llega una autoridad de afuera y con regalos.

Hombres y mujeres trabajan en la chacra.

Los jóvenes se casan a muy temprana edad, nos manifestaron a partir de los 13 años.
Hay  poco interés por seguir una carrera técnica u profesional ya sea porque no lo desean o tal vez por el factor económico.

El tema de salud es preocupante ya que la basura se visualiza al momento de llegar o pasar por el lugar.

A falta de un centro de emergencia, ante cualquier problema de salud tienen que ir  a la posta del distrito u en todo caso a Lambayeque al hospital Belén.

Los animales consumen agua del dren la cual se ve contaminada por la basura, así como al estar sueltos y no en un corral tienden a consumir desperdicios.

UNA DE NUESTRA PROPUESTA COMO GRUPO FUE:

Fortaleces los mecanismos de comunicación para la integración de la población del caserío Collique.

Sensibilizarlos a través de charlas dinámicas, en un primer momento llamar la atención con la proyección en pantallas gigantes en el centro del caserío, presentaríamos vídeos que hagan referencia a la unión de los pobladores, emitiendo el mensaje de que la unión hace la fuerza para el desarrollo.

En un primer momento pensamos en sensibilizar a la población con ejemplos de vídeo, pero la idea empieza a madurar y para poder provocarlos es que ellos mismo sean los protagonistas de los vídeos que se emitirá.










viernes, 28 de marzo de 2014

Es domingo por la mañana, el día está fresco aun, son casi las ocho de la mañana o quizá un poco más, estamos reunidos en grupo y nos enrumbamos a buscar un lugar donde acampar, nos dirigimos hacia el norte, hemos estado casi media hora en el carro, entonces decidimos bajar y hablar con los transeúntes del lugar.
Aún no hemos decidido nuestro lugar de destino, así que dependeremos casi en la totalidad de las referencias que nos den los pobladores de este lugar, hemos bajado del carro y nos apresuramos a conocer el lugar, su nombre, algo de sus costumbres y finalmente lo que nos importa, los lugares a los cuales podamos ir, en busca de nuestro objetivo, y no es que queramos un hermoso lugar para compartir y pasarla bien este fin de semana , por las comodidades que nos ofrece, (aunque no es mala idea), pero al fin nos enfocamos en hacer nuestra labor. Les  explicamos a nuestros guías opcionales que estamos buscando uno de los pueblitos casi casi olvidados por los demás, (autoridades locales, regionales y nacionales; y por si fuera poco por sus mismo pobladores), entonces nos explican que ese lugar existe en el distrito de Túcume, y se llama San Antonio, nos explican que es un caserío que esta aproximadamente a 15 minutos desde donde nos encontramos, nos miramos alegres y podemos notar en nuestros gestos que el lugar es el indicado, tomamos una moto y nos dirigimos contentos hacia el lugar.
Hemos llegado al lugar, la primera persona que nos recibe es la señora Céspedes quien nos recibe amablemente y conversa con nosotros, al preguntarle por el lugar nos habló de las deficiencias de su caserío pero sobre todo se quejó del abandono de las autoridades del distrito.









Seguimos caminando por el distrito, vamos en busca de otras viviendas ya que están distanciadas, a pesar de que todos se conocen, la señora Céspedes, no puede definir claramente cuantas familias hay en el caserío. La distancia entre las casas es de un aproximado de 10 a 20 metros, y solo en algunos casos encontramos casas seguidas que no llegan a ser más de tres.
Ya hemos conversado con varios pobladores del lugar, estamos un poco cansados y necesitamos refrescarse un poco, es entonces que vamos en busca de un poco de agua, nos dirigimos hacia la casa de uno de los pobladores que cuenta con un pozo o noria, de la cual se abastece a diario para su consumo personal y a la vez de alguno de sus vecinos, nos detenemos un momento para charlar con la dueña de la casa y aprovechamos para preguntarle por el tratamiento de este líquido elemental de consumo, un poco con recelo, nos cuenta que usan el agua de ese pozo para consumo total, es decir, para beber y para hacer limpieza, es decir para lavar la ropa, se siente más en confianza cuando ha llegado su esposo, entonces entre los dos nos explican que la noria la limpian cada 6 meses aproximadamente, para mantener el agua limpia, nos acercamos para visualizar el pozo y nos damos con la sorpresa que el agua tiene un color verduzco, lo que a simple vista y a nuestro parecer necesita una limpieza inmediata, entonces retrocedemos a preguntarle si el color del agua implica que ya están próximos a cumplirse los seis meses y hacer la limpieza, argumento que niega el poblador inmediatamente, para decirnos que hace poco tiempo que han limpiado la noria. Nos explica también desde su punto de vista que el agua que toman es agua filtrada es decir según ellos es agua del rio Chancay que se filtra por la tierra, y la inquietud fue ver que cerca de las norias, también estaban las letrinas.
En cuanto a los pobladores se dedican a la agricultura, en su mayoría son pequeñas parcelas, que siembran sólo para su consumo  propio y lo poco que venden lo invierten en comprar otros artículos de primera necesidad para su alimentación, no cuentan con luz eléctrica de electronorte, tienen una que es provisional pero que hasta hoy no es nada seguro, además no tienen luz pública. Los pobladores nos comentaban que hasta la fecha no tienen junta vecinal y por lo tanto no pueden ir formalmente a realizar algún reclamo.
En cuanto a los niños y jóvenes del lugar pareciera que todo el retraso y la vida misma se acentuaran sobre ellos, para que puedan recibir clases tiene que caminar hasta el centro poblado La Raya o a Túcume Viejo y en algunos casos hasta el mismo distrito de Túcume, puesto que en San Antonio no hay Pronoi, inicial, primaria ni secundaria, esta situación hace que los jóvenes no vean progreso en su caserío y se ven en la obligación de ir a trabajar a otros lugares.
Las creencias y las religiosidades son bastante acentuadas en el lugar, la señora María Sandoval nos contaba su experiencia con una virgen viva, que antes estaba en el cerro de Túcume Viejo y camino hasta lo que es actualmente Túcume.

Luego de todo el recorrido que hicimos conversando con los pobladores y las familias del lugar, pudimos llegar a contar que hay un aproximado de 40 familias en el lugar, con las cuales se pudo conversar y conocer algunos aspectos del lugar.