REAFIRMANDO
IDEAS
Martes
por la mañana, retornamos nuevamente a nuestro lugar de incidencia, el caserío
Collique. Como siempre llegamos con el afán de conocer algo nuevo, caminábamos ya
por la parte final del dren y nos encontramos con el señor Maximiliano Sandoval
un anciano de 86 años, quien miraba atentamente como su hijo cortaba la leña.
Al acercarnos nos saludó muy cordialmente iniciando una conversación muy amena.
Este poblador nos comenta que su familiares fueron los primeros en llegar a las
lomas de Collique y desde ahí es que poco a poco se fue poblando su caserío nos
manifestó también; “Collique ha cambiado bastante, ahora hay agua, luz, hay más
gente, lo que más bien nos preocupa es que no hay ya espacio para hacer más
casas, y que le gustaría que se haga realidad el desagüe”.
Por otro lado resalta la
labor de las mujeres, que también se dedican a aportar económicamente en el
hogar, haciendo una comparación en tiempos pasados y lo actual.
Seguimos en nuestro
recorrido y nos encontramos con Karina una niña de 12 años, que por su
apariencia parecía de 10, ella dentro de su timidez nos comenta que son pocos
los niños de su edad que hay en Collique, que la mayoría de alumnos son del
choloque y el carrizo que son caseríos cercanos. Al realizarle otras preguntas obtenemos
respuesta alguna, pareciera que la timidez o vergüenza le impide seguir
hablando, quedándose callada.
Nos despedimos de Karina y
nos encontramos con un grupo de pobladores que venían del jornal (trabajo de
campo), los saludamos amablemente y conversamos un poco acerca de sus labores y
las labores que realizan sus esposas, manifestando que ellas están desocupadas
por las tardes, y resaltando siempre que en épocas de trasplantes de arroz o
deshierbo ellas siempre los ayudan. Así también nos comentan que el trabajo ha
bajado un poco. A la pregunta que les hicimos si les gustaría que aprendan algo
nuevo sus esposas, nos responde, “sería bueno que hayan talleres para las
mujeres del hogar ya que en las tardes porque en ese horario no tienen ya no
hay quehaceres en el hogar, en algún tiempo vinieron a enseñarles a coser, pero
después se quedaron ahí nomás.
Al escuchar esto reafirmamos
la idea de trabajar con las mujeres de Collique. Ya que disponen de tiempo y
sus esposos podrían apoyarlas también.
Cada testimonio delimita y construye.
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