Han
transcurrido algunas semanas ya, desde que llegamos por primera vez al caserío
de Collique, se ha logrado ganar la
confianza de algunos pobladores, lo cual
nos permite obtener más información con respecto a los datos que nos interesa y
que gustosamente nos brindan.
Las
perspectivas de su parte hacia nosotros han cambiado; ahora ya conversan sin temor ni miedo e incluso se
atreven a contar sus sueños sobre el desarrollo que esperan para su pueblo.
Como nos cuenta la señora Rosa Anastacio Damian, quien entusiasmada conversa con nosotros “imagino a mi Collique, bonito, que ha cambiado, que a nosotros nos enseñan talleres, a leer un poco más, para poder entender las tareas de nuestros hijos y ayudarles, porque en mi caso yo sólo estudié hasta segundo grado de primaria y no entiendo cuando mis hijos me preguntan algo sobre sus tareas”
Como nos cuenta la señora Rosa Anastacio Damian, quien entusiasmada conversa con nosotros “imagino a mi Collique, bonito, que ha cambiado, que a nosotros nos enseñan talleres, a leer un poco más, para poder entender las tareas de nuestros hijos y ayudarles, porque en mi caso yo sólo estudié hasta segundo grado de primaria y no entiendo cuando mis hijos me preguntan algo sobre sus tareas”
De
la misma manera logramos establecer contacto con la profesora de PRONOEI, quien
nos cuenta como se ha venido desempeñando en sus labores en el caserío, con la
ayuda de los padres y madres de familia de sus pequeños, además de ellos nos da
algunas recomendaciones sobre cómo podemos trabajar en el lugar de acuerdo a su
experiencia. Motivando a desarrollar nuestras actividades en este caserío,
además de brindarnos su apoyo como institución, constituyéndose como nuestro
principal aliado para trabajar en el lugar.
En
esta visita lo que captó más nuestra atención, fue ver a un joven tratando de
pescar en el DREN, el mismo que en trabajos anteriores, lo hemos venido
mencionando por considerarlo como un foco infeccioso y una amenaza para la
salud, por la constante aglomeración de basura y desperdicios que la misma
población arroja en el lugar.
Al ver esta acción le preguntamos al joven si consideraba a estos peces aptos para su consumo, la respuesta obtenida fue: “son pececitos limpios, de agua dulce, y ya estamos acostumbrados, siempre pescamos, para nuestro consumos”
Al ver esta acción le preguntamos al joven si consideraba a estos peces aptos para su consumo, la respuesta obtenida fue: “son pececitos limpios, de agua dulce, y ya estamos acostumbrados, siempre pescamos, para nuestro consumos”
También
nos encontramos en el camino con agricultores, quienes nos hablaron de sus
actividades que realizan a diario, de la cual nos dijeron que todos los días
por la mañana van a trabajar en chacras y cultivos de otros dueños. Y que a
ellos les gustaría que en las tardes sus esposas realicen aluna actividad que
las distraiga y que además pueda generarles algún ingreso extra.
Luego de ir por el pueblo conversando con los pobladores, nos dimos cuenta que una parte del DREN que siempre había estado en pésimas condiciones de limpieza, ahora lucía cambiado, pues al parecer un grupo de pobladores se había organizado para limpiarlo, iniciativa que nos pareció excelente y los felicitamos, ademas de alegrarnos que lo hayan hecho ellos mismos.
Luego de ir por el pueblo conversando con los pobladores, nos dimos cuenta que una parte del DREN que siempre había estado en pésimas condiciones de limpieza, ahora lucía cambiado, pues al parecer un grupo de pobladores se había organizado para limpiarlo, iniciativa que nos pareció excelente y los felicitamos, ademas de alegrarnos que lo hayan hecho ellos mismos.
Elvis, Kristhal, María, Melva, Zoila,
ResponderEliminarNoto cierta mirada periférica, acaso necesitada de mayor definición por involucramiento experiencial.